El miedo que me habita

Una lacra, la de la violencia de género, avanza convirtiendo en siniestra y progresiva aritmética a las mujeres que sufren violaciones, maltrato doméstico, mutilación genital, explotación sexual, muerte...

Es el tema central del espectáculo que pudimos visionar la mañana del pasado domingo 27 de noviembre en el Teatro Gayarre de Pamplona, a cargo del grupo de teatro Zarrapastra. Sin embargo, se notó especialmente que más que un montaje cualquiera, la representación era un sentido homenaje a todas esas fallecidas en todo el mundo a causa de la violencia.

En una primera parte y mediante un monólogo representado magistralmente por cuatro mujeres se expone esa violencia, la más común, en la que la mujer, dentro del propio hogar, se ve atrapada sin ser consciente a veces y que se traduce en maltrato psicológico y físico, que a la vez trata de ser justificado, hasta que al final no tiene más remedio que enfrentarse a la realidad.

Metáforas muy significativas, curiosas y aclaratorias (como el exótico baile con la caja) acompañaban al testimonio de estas mujeres que, en ocasiones, parecía totalmente real. Es lo que debería ser siempre, pensarán todos, pero si existe un papel complicado para una mujer es el de meterse en la piel de una maltratada. El miedo, la angustia... son aspectos puntuales de nuestra vida, casi imposibles de fingir. Es una pena que sin embargo, para ciertas personas, ese miedo se haga un hueco en la vida de, sobre todo, mujeres en todo el mundo, y que éstas no sean capaces de fingirlo, porque ya forma parte de su existencia.

La segunda parte comienza hablando de fronteras del mundo ya que si para hombres y mujeres es un paso sufriente, para éstas últimas se convierte en un alto riesgo por su mayor vulnerabilidad.

En esa misma parte, se aborda el problema del feminicidio a través de los testimonios de madres de muertas y desaparecidas, utilizando una pantalla en el fondo del escenario en la que, acompañadas por las melodías de un cello en directo, se proyectaban videos con dichos testimonios.

Algo a reseñar muy positivamente, además de la interpretación sobre todo de la parte femenina del grupo, es la sobriedad y respeto con que la compañía teatral ha tratado el tema. No utilizaron violencia en el escenario, ni caras partidas, ni sangre ni hematomas, sino que dieron paso a la palabra, con la que pidieron de nuevo que las queremos vivas. Vivas y libres, como transmitieron al final del montaje.

Nota: 3/5
"El miedo que me habita", de Zarrapastra Teatro. Reparto: Zarrapastra Teatro. Dirección: Assumpta Bragulat. Duración: 60 minutos.
Teatro Gayarre, 27 de noviembre de 2011.