Cuando
la necesidad aprieta, se convierte en indispensable buscar nuevas formas de
atraer al público. La imaginación, de pronto, comienza a trabajar y a crear
nuevos formatos de entretenimiento que puedan atraer al público a los teatros.
En el último año hemos podido ver varios monólogos musicales inspirados en
aquéllos que tan a menudo llenan las butacas en Broadway o West End. Es el caso
del premiado “Concha, yo lo que quiero es bailar”, de Concha Velasco (crítica
en este blog) o de este “Primer acto”, de Juan Pablo di Pace.
Di
Pace, intérprete argentino de musicales como “Fiebre del sábado noche” y “Más
de cien mentiras”, ha compuesto, con ayuda de su hermana, una partitura amena,
un texto divertido y esperanzador basado en su propia vida –corta, apenas pasa
los treinta años- en el que cuenta con gracia sus peripecias y luchas varias
hasta el momento.
Es
una función que habla de superación, la ambición y los anhelos de un
adolescente, todo bañado con una banda sonora muy acertada. Cuenta divertidas
anécdotas como el videoclip que le dio de comer durante todo un año, su
encuentro con Meryl Streep o su simpática relación con un disminuido al que
tuvo que cuidar. El problema es que falla el concepto, principal razón por la
que apenas acude gente a verlo.
Si
bien es cierto que, como decíamos, es un espectáculo entretenido, le faltan
varias cosas. En primer lugar, más historia. Se queda corto. El título, “Primer
acto”, hace referencia a la posible futura presentación de un segundo, que lo
complete. Sin embargo, difícilmente puedes atraer a los espectadores a un
espectáculo que habla sobre tu propia vida cuando apenas has protagonizado dos
musicales y un par de películas. Y es triste, porque di Pace vale, y mucho.
Las
canciones interpretadas (algunas recortadas en exceso) están bien elegidas, en
cuanto a que están muy poco escuchadas en nuestro país y se adaptan al
espectáculo con facilidad. Temas de Sondheim (el rey de Broadway, aquí por
desgracia prácticamente desconocido) como “Johanna”, “More” o “Being alive”, de
otros musicales como “Immortality”, “Fever night”, “All I care about is love” o
incluso el tango de Piazzolla “Siempre se vuelve a Buenos Aires”, acompañadas
sólo por un piano, suenan en el show.
Di
Pace llega al público e interpreta, baila y canta muy bien, aunque no sobraría
algo más de improvisación por su parte. Se ciñe demasiado al guión, y si existe
una función en la que pudiera desinhibirse y hacer más partícipe al espectador
es ésta. Aun así, sigue tratándose de un montaje distinto, entretenido y que
disfrutarán los amantes de musicales extranjeros.
Valoración:
3/5
“Primer
acto”, de Juan Pablo y Victoria di Pace. Intérprete: Juan Pablo di Pace.
Dirección: Victoria di Pace. Duración: 80 minutos.
Pequeño
Teatro Compac Gran Vía, 29 de diciembre de 2012.