Uno
de los aspectos que ofrece el paso del tiempo es la posibilidad de reírnos
sobre ciertas cosas del pasado que, en su momento, no tenían gracia alguna. Es el
caso de la situación de la mujer en nuestro país en la época de la dictadura franquista.
Por supuesto, quizá no hayan pasado suficientes generaciones como para llegar a
una risa sin condiciones, pero si ésta se busca de manera precisa y sin intención
de herir sensibilidades, todo es válido.
Es
el caso de “El manual de la buena esposa”, actualmente en gira por España tras
su largo paso por la cartelera madrileña. Cómo se agradece que teatro de
calidad, con éxito en la capital, siga surcando los teatros de nuestra
geografía, a pesar de haber cada vez más obstáculos que lo impidan.
La
función es un recorrido por aquel tiempo, en forma de una docena de sketches,
escritos por algunos de los mejores dramaturgos que tenemos actualmente en
nuestro país. Miguel del Arco o el navarro Alfredo Sanzol son claros ejemplos
de figuras casi recién descubiertas pero ya inamovibles del tándem teatral
español. Además de ellos, Juan Carlos Rubio, Verónica Fernández, Yolanda García
Serrano y Anna R. Costa han unido sus plumas para dar forma a esta obra. Como curiosidad,
seguro que no es casualidad que exista una igualdad en número de autores de
cada género.
Todas
las escenas han sido escritas para un máximo de tres actrices, y es preciso que
éstas posean un gran registro y capacidad de adaptación, pues son siempre ellas
tres las encargadas de levantar cada sketch, siendo imprescindible que se note
el cambio de personaje en cada uno. Así, el espectáculo va desengranando curiosidades
de nuestra cultura como la Sección Femenina y los Coros y Danzas, además de
adentrarse en otros aspectos más enjundiosos como la represión sexual de la
época, la sumisión de la mujer a su marido, la severa importancia del
matrimonio y la religión.
Las
actrices, Llum Barrera, Mariola Fuentes y Concha Delgado, cumplen con creces
las expectativas creadas. Fuentes exagera demasiado ciertos aspectos, algo que
al público por supuesto le encanta, y a Delgado le pasa probablemente lo
contrario. La más correcta, en todos los sentidos, nos parece Llum Barrera,
espléndida en el pasaje de “Échale guindas al pavo” y en el monólogo que cuenta
la experiencia de cocinar para Franco.
El
único problema que puede tener la función es que, al estar escrita por
distintos autores, probablemente con poca interacción entre ellos, las escenas
puedan resultar algo repetitivas entre sí, hablando de temas parejos y sin un
desarrollo muy original. Además, la dirección actoral ha sido llevada hasta la
parodia, en ocasiones histriónica, quizá por miedo a que sólo el texto no fuera
lo suficientemente atractivo para el espectador.
Sin
embargo, se trata de una función que pasa volando, tremendamente entretenida y
muy graciosa, que disfrutarán tanto jóvenes como gente que vivió y sufrió
aquella época. Y lo más importante, no trata de herir a un extremo o al otro. Difícilmente
alguien puede sentirse atacado por esta función. Está claro que defiende una
idea, como todos, pero reflejar la más estricta realidad y no ser doctrinador
es algo muy complejo cuando se habla de temas de tal índole y, en este caso, se
consigue.
Valoración:
3,5/5
“El
manual de la buena esposa”, de varios autores. Reparto: Llum Barrera, Mariola
Fuentes, Concha Delgado. Dirección: Quino Falero. Duración: 95 minutos.
Teatro
Gayarre, 10 de mayo de 2013 (primer pase).