lunes, 21 de noviembre de 2011

Drácula



Los sobresaltos, las risillas nerviosas y algún que otro sonoro grito colmaron el Teatro Gayarre el pasado viernes 18 de noviembre, con la representación de “Drácula”. El montaje consiguió algo extremadamente difícil de lograr sobre unas tablas... asustar al personal y hacerle pasar miedo.

El reparto de la obra resultaba muy atractivo para tanto jóvenes como adultos, pues contaba con el mítico Emilio Gutiérrez Caba, por todos conocido; el excelente doblador Ramón Langa, interpretando magistralmente al Conde Drácula; Martiño Rivas, encargado de atraer al público más joven, famoso por su protagonismo en la serie de televisión “El Internado”; y Amparo Climent, entre otros.

Con un impactante escenario y decorado, los actores se servían del buen trabajo de técnicos de luces y sonido para hacer más terrorífica la función. El hacer al espectador partícipe del espectáculo, introduciendo a algún que otro intérprete por el pasillo del patio de butacas, también ayudaba al propósito.

En cuanto a la interpretación actoral, puede afirmarse muy correcta por parte de todos. Los más flojos pero aun así correctos fueron César Sánchez como el Dr. Steward, y el televisivo Martiño Rivas, no tanto en su interpretación gestual sino en sus inflexiones vocales, prácticamente inexistentes. Suponemos que también será cuestión de tablas, pues es bastante probable que no haya hecho mucho teatro antes que el presente. Sin embargo, en un futuro estamos seguros de que ofrecerá más que dignas interpretaciones.

Para reseñar positivamente, Emilio Gutiérrez Caba, por supuesto, ofrece una excelente interpretación; Ramón Langa (repetimos, un divertidísimo y terrorífico Drácula) y el secundario Mario Zorrilla como el loco Benfield, firma un papel muy estudiado y tremendamente difícil de solventar, pues no resultaría complicado caer en la parodia al hacer de un maníaco.

Si bien no nos cansaremos de repetir que los 100 minutos de función se nos pasaron a todo correr, y que personalmente dimos más de uno y de dos botes en nuestras butacas, también se notaba en cierta medida que la obra lleva pocos días estrenada, y que mostraba más de un error que, seguro, se solventará en un futuro, con unas cuantas más representaciones de la obra.

Entre escena y escena, el decorado va variando, y Emilio Gutiérrez se planta ante el público tras un atril como si de una conferencia de fin de curso se tratase. Mientras, podemos oír sin ningún tipo de dificultad cómo arrastran los muebles a sus espaldas, como se abren y cierran estrepitosamente las puertas...

El otro error garrafal que pudimos ver fue el olvido de la capa de Drácula en el suelo una vez ha desaparecido y después de, en teoría, haber cambiado los personajes del escenario. ¿Cómo puede seguir la capa en el mismo sitio?

Para los interesados, “Drácula” podrá verse en el Teatro Marquina de Madrid a partir de enero de 2012 y, seguro, permanecerá allí bastantes meses, pues se trata, como decimos, de una obra novedosa en sus formas aunque clásica en su base, y que explora algo casi nunca visto hasta la fecha sobre las tablas de un teatro: el miedo.

Nota: 3/5
"Drácula", de Hamilton Deane y John L. Balderston. Reparto: Emilio Gutiérrez Caba, Amparo Climent, Martiño Rivas, Ramón Langa, María Ruiz, César Sánchez, Mario Zorrila. Duración: 100 minutos.
Teatro Gayarre, 18 de noviembre de 2011.

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