viernes, 28 de noviembre de 2014

Eurozone


En épocas de movimiento social, el teatro es quizá el arte que más responde a cada momento y se desarrolla con él, pues su función no es otra que la de ofrecer distintas miradas acerca de aquello que sucede fuera de las salas. Por ello en estos últimos años en que estamos sufriendo crisis de todo tipo, han emergido numerosas propuestas teatrales que ilustran cada situación. Una de ellas, y la más reciente ganadora del Premio Nacional de Teatro 2014 hace tan sólo dos días, es la compañía gallega Chévere. Su propuesta “Eurozone” es un deslenguado acercamiento a la falta de moral, especulación y poca vergüenza de las altas esferas de nuestra política europea.

Chévere han pretendido mostrar un paralelismo entre esta situación y la película “Reservoir dogs”, de Tarantino. Así, cada dirigente político de cada país se ve representado por un personaje del film, todos con nombres de colores (el señor marrón, el señor blanco…). El objetivo de un planteamiento tan especial no es otro que el acercar a público joven a las salas, en un teatro comprometido que responde a la realidad actual.

Sin embargo, hay ciertos momentos en la obra en los que decae el ritmo y la atención (como ejemplo, la obra comienza con los actores sentados en fila y doblando una escena de la película, innecesariamente larga). Otra escena mal resuelta es aquella en que se pide la colaboración del público, buscando una espontaneidad que difícilmente va a existir.

Estamos ante una obra dividida en, podría decirse, sketches, probablemente escrita sobre la marcha, y con resultado algo variable. Para el espectador es una propuesta atractiva, por lo innovador y atrevido del lenguaje y lo visual, por unas interpretaciones muy correctas y un preparamiento físico de los actores importante. Aun así, la sensación final no es tan placentera, sino más bien la de haber asistido a un nuevo panfleto que podría haber dado mucho más de sí.

“Eurozone”, creación de Compañía Chévere. Reparto: Patricia de Lorenzo, Miguel de Lira, Manuel Cortés, Mónica García, Arantza Villar, Iván Marcos, Borja Fernández, Pepe Penabade. Dirección: Xron. Duración: 90 minutos.
Teatro Gayarre, 7 de noviembre de 2014.

martes, 11 de noviembre de 2014

La mujer de negro


Que Emilio Gutiérrez Caba pertenece a una de las más ilustres sagas de actores de este país ya lo sabe todo el mundo, al igual que sabe que también es uno de nuestros actores más consagrados y queridos. Lo que no se sabía era que, cuando ya no le hacía falta demostrar nada, se aventuraría con la dirección, y le iría tan bien. Aunque sea un terreno conocido, pues ya lo interpretó hace unos años, ha retomado el clásico “La mujer de negro”, de Susan Hill y Stephen Mallatratt, y se encuentra actualmente girando con él por España.

La obra trata sobre un abogado que contrata los servicios de un actor para que le ayude a recrear un suceso irreal e increíblemente trágico que vivió hace años, con la esperanza de por fin librarse de la carga que supuso perder a su familia. El actor logra convencerlo de que sea su “partenaire” en cada historia a interpretar, y poco a poco van adentrándose en el oscuro mundo del pasado, reinado por el espectro de la señora Drablow.

Si hay algo complicado de trasladar al teatro es el terror. Basta comprobar cuántas obras de ese género existen en nuestra cartelera. En este caso, no se trata de una tensión insoportable, pero sí que hubo espectadores que saltaron en un par de ocasiones de sus butacas y se llevaron más de un sobresalto. De hecho, sobre este tema, se habría agradecido algo más de valentía y haber optado por algún susto más, dado el despliegue de medios tanto en sonido como en luces con los que cuenta el montaje y los teatros en que recae. Se ha escogido por contrario permanecer en un tinte clásico que en absoluto es reprochable.

Con una colección de recursos interpretativos abrumadora, desde la parodia más cómica hasta el nerviosismo más agudo, Emilio Gutiérrez Caba demuestra que si domina un papel es el de Arthur Kipps. Ivan Massagué, en su primera experiencia teatral, siente el peso que debe suponer compartir tablas con semejante maestro, y en ocasiones pierde la batalla debido a una, aunque trabajada, mejorable dicción. A pesar de ese leve apunte, el trabajo actoral es inmenso, y ambos, sobre todo Massagué, acaban exhaustos al terminar la función.

Se trata de una obra de suspense muy entretenida, casi un clásico que quizá no sea equiparable a los negritos o ratoneras de Agatha Christie, pero que sí asegura un muy buen rato. De hecho, pocas veces se han visto rondas de aplausos tan largas, a lo que los actores debieron responder saliendo a saludar unas cinco veces.

“La mujer de negro”, de Susan Hill y Stephen Mallatratt. Reparto: Emilio Gutiérrez Caba, Iván Massagué. Dirección: Emilio Gutierrez Caba. Duración: 105 minutos.
Teatro Jovellanos, 1 de noviembre de 2014.