miércoles, 22 de febrero de 2012

Llama un inspector


 Esta semana toca hablar de un montaje que comenzó temporada en Madrid, y debido a su éxito, se encuentra actualmente de gira por España. Se trata del mítico “Llama un inspector”, en esta ocasión dirigida y protagonizada por el maestro José Mª Pou. Ya lo habíamos visto en la magistral “Los chicos de historia”, y en esta ocasión opta por ofrecer un espectáculo mucho más sobrio, sin barroquismo de ningún tipo, ciñéndose quizás demasiado al rico pero archiconocido texto. 

La cita fue el pasado viernes 17 de febrero en el Teatro Gayarre de Pamplona. Para los escasos que no conozcan la historia, “Llama un inspector” fue escrita por John Boynton Prestley. Se trata de un prodigioso engranaje de relojería teatral, pues cuenta la visita de un inspector a casa de una familia en la que se está celebrando el próximo enlace matrimonial de la hija. El inspector irá acusando uno por uno a cada miembro de la familia de ser, en parte, causantes del suicidio de una joven (en principio desvinculada totalmente de la familia).

El mensaje que quiere otorgar la obra a la sociedad es que todos formamos parte de un mismo engranaje y que las acciones que cada uno hace, involuntariamente pueden afectar al desarrollo de la actividad de otros muchos. Somos, en parte, responsables de cuanto le ocurre al resto de la gente.

Pudimos hablar con José Mª Pou al final de la representación y nos contó, no con poco acierto, la dificultad añadida que suponía poner en pie un montaje tan conocido por el público en general. Había que darle un toque especial de forma que proveyera de algo nuevo a los espectadores. En esta ocasión él ha optado por darle una presencia e importancia añadidas a los silencios, de modo que se instaura en la escena un clima de tensión más sofocante que en otras versiones de la obra.

Además, gracias a la compañía de grandes actores de nuestra escena que le acompañan, y grandes jóvenes promesas, por qué no decirlo, consigue una mayor calidad, si cabe, en el espectáculo. Amparo Pamplona y Carles Canut, ambos prolíficos actores no sólo de teatro, sino también de doblaje, imprimen con sus voces, quizá sin quererlo, una personalidad todavía más acentuada en sus personajes. En el caso de ella ese toque es muy acertado, mientras que en el de él, quizá sean demasiado cómicas las modulaciones con que simula nerviosismo.

En el caso de los jóvenes, destaca sin problema Paula Blanco, con perfecta dicción que tanto se echa de menos en estos días entre los jóvenes (y no tan jóvenes) actores españoles cuando, si pretendes ser bueno en teatro, debería ser lo primero en perfeccionar. También están correctos David Marcé, exagerado de más en ciertas escenas, aunque no tenga un papel fácil; y Rubén Ametllé, cuya voz queda, probablemente, demasiado impostada para el papel que interpreta, y que le impide variar sustancialmente de estado de ánimo, por la poca posibilidad de modulación que esa voz ofrece.

Y por último, Pou. Su saber hacer en el escenario es siempre impecable. Se siente más cómodo sobre las tablas que detrás de ellas, o al menos es la impresión que da. En esta ocasión construye un inspector tajante, sobrio y quizá incluso maleducado en ciertos momentos. Lleva a la máxima su intención de dar importancia a los silencios para poner nervioso, no sólo al público, sino también al resto de personajes. De ese modo, crea un personaje con poco lucimiento y quizá algo “sosillo” para el público, pero que una vez terminado el montaje, este mismo público se da cuenta del tremendo ejercicio de interpretación (y contención) que el Sr. Pou imprime en su inspector.

En conclusión, se trata de un muy correcto montaje, con tal sobriedad que hace que cualquier aspecto más exagerado añadido chirríe. Sin embargo, no aburre en absoluto su casi hora y media y parece que entre el público gustó, vistas las tres veces que el elenco se vio obligado a saludar.




Nota: 3,5/5
"Llama un inspector", de J.B.Priestley. Reparto: José María Pou, Carles Canut, Amparo Pamplona, Rubén Ametllé, David Marcé, Paula Blanco. Dirección: José Mª Pou. Duración: 85 minutos.
Teatro Gayarre, 17 de febrero de 2012.

jueves, 16 de febrero de 2012

Candidaturas a los Premios Max XV



Los Premios Max, considerados los Premios Molière o Lawrence Olivier españoles, ya tienen finalistas para la XV edición que se celebrará a finales de abril. Entre ellos destacan nombres como los de Blanca Portillo y Miguel del Arco, que optan a varias manzanas (la escultura que Joan Brosa hizo para estos galardones), por sus trabajos con los espectáculos La avería y Veraneantes, respectivamente. Ambas son dos adaptaciones de textos narrativos. La avería es una adaptación teatral que Fernando Sansegundo ha hecho de un relato de Dürrenmatt y Veraneantes es una personal recreación escénica que del Arco ha realizado partiendo de la novela de Gogol.

Lo que queda claro en esta edición es que los votantes, que no son otros que los profesionales de las artes escénicas, apuestan con firmeza por los espectáculos hechos con una gran capacidad creadora, con tesón, con esfuerzo, mucho oficio y, sobre todo, con una renovada y rigurosa mirada sobre lo que debe ser una propuesta escénica. Algo que incide en los siguientes creadores con más candidaturas, como son Alfredo Sanzol y Claudio Tolcachir. Todos tienen en común que forman parte de una nueva generación que se aleja de los lenguajes tradicionales del teatro y lo hacen con una renovada y brillantísima aportación escénica.

En la categoría de Mejor Espectáculo de Teatro optan a la estatuilla La avería, de Avance Producciones Teatrales, Entrecajas Producciones Teatrales; Todos eran mis hijos, de Producciones Teatrales Contemporáneas, y Veraneantes, de Teatro de La Abadía, Kamikaze Producciones. La categoría de Mejor Espectáculo de Teatro Musical acoge Avenue Q, de Avenida Q Teatro, Forever Young, de Factoria d´Espectacles, Olympia Metropolitana, Smedia, y La barraca del zurdo, de Lavi e Bel. El Mejor Espectáculo de Danza recaerá entre Belmonte, de Gelabert Azzopardi; Cuando yo era..., de Eva Yerbabuena Ballet Flamenco; Somorrostro, de Trànsit Dansa, Ajuntament de Mataró, y Tris Tras, de 10 & 10 Danza. Finalmente, los candidatos al Mejor Espectáculo Infantil son Cyrano de Nueva Orleans, de Uroc Teatro; El fantástico viaje de Jonás el espermatozoide, de El espejo negro Ángel Calvente, y Geronimo Stilton, el musical del Regne de la Fantasia, de Focus, Grup 62.

Los autores finalistas en la categoría de Mejor Autor Teatral en Castellano son Alfredo Sanzol, por Días estupendos; Fernando Arrabal, por Fando y Lis, y Jordi Galcerán, por Burundanga. En Mejor Autor Teatral en Catalán o Valenciano encontramos a Carles Alberola, por Que tinguem sort!; Josep Mª Benet i Jornet, por Dues dones que ballen, y Pere Riera, por Desclassificats.
La categoría de Mejor Autor Teatral en Euskera acoge a Galder Pérez, por Antartikako Lorea, Mikel Losada Lander Otaola y Galder Pérer, por Sekula bai!, y Jokin Oregi y Patxo Tellería, por Larria, kutsakorra, mendebaldekoa. Y en la categoría de Mejor Autor Teatral en Gallego optan al premio Avelino González, Artur Trillo y María Ordóñez, por Pelos na lingua, Roberto Salgueiro, por Memoria de Helena e María, y Santiago Cortegoso, por 0,7% Molotov.

En la categoría de Mejor Adaptación de Obra Teatral encontramos a Claudio Tolcachir, por Todos eran mis hijos; Fernando Sansegundo Álvarez, por La avería y Miguel Del Arco, por Veraneantes. Por su parte, en Mejor Composición Musical para Espectáculo Escénico optan al premio Albert Guinovart, por Agost (Agosto); Arnau Vilà, por Veraneantes, y Carles Santos, por Belmonte.
La categoría de Mejor Coreografía acoge a Cesc Gelabert, por Belmonte; Eva Yerbabuena, por Federico según Lorca, e Israel Galván, por La curva. En la categoría de Mejor Director de Escena encontramos a Alfredo Sanzol, por Días estupendos; Blanca Portillo, por La avería, y Miguel del Arco, por Veraneantes. El Max al Mejor Director Musical recaerá entre Alejandro Cruz Benavides, por La barraca del zurdo; Alicia Lázaro, por Dança da Morte/Dança da la Muerte y Manu Guix, por Geronimo Stilton, el musical del Regne de la Fantasia.

La categoría Mejor Escenografía está compartida por Alejandro Andújar, por Días estupendos; Andrea d'Odorico, por La avería y Eduardo Moreno, por Veraneantes. En Mejor Figurinista encontramos a Ana López, por Veraneantes; Antonio Belart, por Un tranvía llamado deseo y Elisa Sanz , por La avería. El Mejor Diseño de Iluminación recaerá entre Juanjo Llorens, por Veraneantes; Pedro Yagüe, por La avería y Juan Gómez Cornejo (A.A.I.), por La caída de los dioses.

Optan al Max a Mejor Actriz Protagonista Anna Lizarán, por Agost; Bárbara Lennie, por Veraneantes, y Vicky Peña, por Un tranvía llamado deseo. En la categoría Mejor Actor Protagonista encontramos a Asier Etxeandia, por La avería; Carlos Hipólito, por Todos eran mis hijos e Israel Elejalde, por Veraneantes.

En la categoría Mejor Actriz de Reparto optarán al premio Carmen Machi, por Falstaff; Elisabet Gelabert, por Veraneantes y Lidia Otón, por Veraneantes. El Max al Mejor Actor de Reparto recaerá entre Álex Casanovas, por Un tranvía llamado deseo; Carles Canut, por Truca un inspector; Cristóbal Suárez, por Veraneantes, y Ernesto Arias, por Veraneantes.

El Max a la Mejor Intérprete Femenina de Danza se resolverá entre Carmen Werner, por Ni ogros ni princesas; Eva Yerbabuena, por Federico según Lorca, y Olga Pericet , por Rosa metal y ceniza. Por su parte, al de Mejor Intérprete Masculino de Danza optan Antonio Najarro, por Suite Sevilla; Cesc Gelabert, por Belmonte, e Israel Galván, por La curva.

El Max al Mejor Empresario o Productor Privado de Artes Escénicas se quedará entre Animalario, por Penumbra; Focus, por Truca un inspector; Visca els nuvis; Desclassificats; Pluja constant; L´illa dels monzons, y Kamikaze Producciones, por Veraneantes.

Estos son los finalistas en las 23 categorías a concurso de la XV edición de estos galardones que nacieron en 1998 con el propósito de estimular y premiar el talento de los profesionales de las Artes Escénicas de nuestro país.

Además de las 23 categorías a concurso, existen otros cuatro premios especiales que se darán a conocer en las próximas semanas: Max de Honor, Max Iberoamericano, Max Nuevas Tendencias y Max de la Crítica. El quinto, el premio Max al Espectáculo Revelación, se desvelará en el transcurso de la ceremonia de entrega.

La Fundación Autor de la SGAE es la entidad encargada de organizar los Premios Max que, marcados por su carácter itinerante, han recorrido buena parte de la geografía española: Madrid, Barcelona, Bilbao y Sevilla -las cuatro ciudades en dos ocasiones-; Valencia, Vigo, Zaragoza; Guadalajara, Córdoba y Las Palmas de Gran Canaria. Será la ciudad de Madrid la que acogerá la ceremonia de la XV edición de los Premios Max de las Artes Escénicas el próximo 30 de abril de 2012 en el Teatro Circo Price.

www.elpais.es

miércoles, 15 de febrero de 2012

Agosto (Condado de Osage)



 Esta semana venimos a hablar de un montaje muy especial. Lo es al menos para nosotros, por ser, quizá, el mejor que hemos visto nunca. Se trata de la obra “Agosto (Condado de Osage)”, y es también aquélla de la que mayores expectativas nos habíamos forjado, pues conseguimos las entradas hace casi tres meses (cuando ni se había estrenado todavía), y esto suponía un viaje-express a Madrid de un fin de semana sólo para verla.

“Agosto”, dicen, será considerada un clásico de aquí a veinte años. No creo que haga falta tanto tiempo, pues ya ha sido traducida a mil y un idiomas y representada en multitud de países. A Barcelona ya llegó hace unos meses y era el turno de Madrid, con otro reparto, del que nos explayaremos en breves. Por desgracia, la impresionante escenografía imposibilita una gira nacional, y la apretada agenda del CDN (sacan la programación entera del año hacia junio, tres meses antes de empezarla) tampoco ayudaron a que pudiera verla toda la gente que debería. Aun así, es la obra que más tiempo permanece en cartel de toda su programación (más de dos meses). Ahora sólo queda esperar una reposición para la próxima temporada, y desde aquí prometemos que, si es así, no dudaremos en volver a Madrid sólo para disfrutarla de nuevo.

En este caso fue en el Teatro Valle-Inclán de Lavapiés -calle en la que, para los interesados, hay una estupenda librería de teatro (por desgracia escasean) llamada Yorick, en el número 21- el pasado sábado 11 de febrero. La fila elegida era la primera, como no podría ser de otra forma. ¿Que habría sido mejor la fila siete, como piden todos los críticos de teatro? Es posible. ¿Que volveríamos a comprar en la primera? Seguro.

 Pero empezaremos desde el principio. Mientras sube lentamente el telón suena un tema de Eric Clapton y se nos dejan unos instantes para asimilar y terminar de contemplar la obra maestra que supone ya sólo el decorado. Es una casa de tres alturas, con una sólida estructura y férreas escaleras que la recorren. Cada piso tiene, aproximadamente, dos habitaciones, salvo la planta baja, donde se sitúa la cocina, un enorme salón-comedor y otra sala de estar. Ahí es nada…

Comienza el texto con un amargo prólogo de un personaje al que no volveremos a ver hasta el saludo final: el patriarca de la familia, Beverly Weston (Miguel Palenzuela). Su desaparición obligará que toda su familia acuda a la casa para reunirse con su mujer Violet (Amparo Baró), enferma de un cáncer de boca que agria, si cabe, aún más su carácter de mujer, digamos, poco dócil.

Aunque los cimientos de la casa, como decimos, sí sean sólidos, no lo parecen los de la familia que la habita. Siendo lo primero que proyecta Amparo Baró a su ficticio marido un descarnado “hijo de puta”, observamos que, por muy drama que vaya a ser el montaje, nos veremos recompensados de vez en cuando con un ligero toque de humor. En ese sentido, la cantidad de improperios que los personajes van soltando al cabo de las casi cuatro horas de montaje son de agradecer, pues es tal la cantidad de circunstancias agónicas las que rodean a esta familia y que nos azotan en la cara, que logramos respirar e incluso sonreír cada vez que algún personaje suelta un taco con una mínima gracia.

 En la casa se presentan las tres hijas de la pareja, dos de ellas con sus respectivos acompañantes, y la hermana de Violet con su esposo y su hijo. También juegan un papel importante la nieta de Beverly y Violet y su criada india, Johnna, quien hace alusión al poblado de Osage, indios originarios de los Estados Unidos. Una de las tres hijas de Violet, Barbara, será con quien más choque la madre (no penséis que se salva ningún pariente), y nos deleitan con escenas realmente antológicas. Barbara, como no podría ser de otro modo, está interpretada magistralmente por Carmen Machi, probablemente una de las mejores actrices de su generación, que va mejorando con cada papel que hace. Tuve ocasión de ver la impresionante “La tortuga de Darwin” y en un trimestre podremos ver su nuevo monólogo, escrito por del Arco, “Juicio a una zorra”.

No queremos desvelar nada más de la historia, pues seguro que tras ésta, se sucederán multitud de versiones y montajes distintos que le rendirán homenaje, y a alguno seguro tendrán los (improbables) lectores ocasión de acudir.

El espectáculo, según Vera, debía presentarse profundamente hondo y profundamente americano. Se nota el modo de vivir de una familia americana a la perfección, a pesar de que la historia puede trasladarse sin problema a cualquier familia del planeta. Es cierto que lo que ocurre en el montaje es exagerado en su conjunto (a la familia le pasan todas las desgracias que podrían sucederse en una familia mal avenida), pero no así en sus partes. Se hace complicado, de hecho, escapar de la idea de que, en ocasiones, los personajes están hablando de ti mismo. 

 La dirección actoral es perfecta, aunque ya comentó Vera que con un reparto así lo más eficaz era dejarlos hacer. Este reparto está encabezado por, como hemos dicho, Amparo Baró, a la que le sigue su hija ficticia y fiel heredera de su “fortuna” y carácter, Carmen Machi (Barbara). Lo que hacen estas dos mujeres en el escenario, y la facilidad de esta última para pasar de una escena con el drama más profundo a otra, tras un brevísimo oscuro, mucho más ligera, es impresionante. Y por si fuera poco, en ese oscuro de segundo y medio (y esto es algo que pude ver por estar en primera fila…) fue capaz de correr a la mitad del escenario y recoger una pinza del suelo. Se trata del mejor duelo interpretativo que he tenido la suerte de presenciar encima de unas tablas, y aunque no haya sido posible que entraran en esta edición de los Premios Max, seguro estoy de que a los organizadores no se les olvidará este montaje a la hora de premiar a las mejores actrices españolas el curso que viene.

El resto del reparto no desmerece en absoluto. Alicia Borrachero compone una excelente Ivy, Clara Sanchís brilla con luz propia, Sonsoles Benedicto vuelve a demostrar su extensa experiencia sobre un escenario, e Irene Escolar continúa forjando una carrera sobresaliente con apenas 23 años (su siguiente parada será “De ratones y hombres”, bajo la batuta del incombustible Miguel del Arco). El resto de intérpretes, en su mayoría masculinos, crean sus personajes de manera excepcional. Ninguno sobresale porque lo bordan todos. 

 Es, sin duda alguna, una obra de mujeres, y queda patente el tremendo conocimiento que el autor del texto, Tracy Letts, tiene sobre el mundo femenino. Parece que está hablando de su madre real, sus hermanas reales, su hija real, y es lo que más atractivo hace a este montaje: Está excepcionalmente escrito.

Asimismo, es una obra con la que Gerardo Vera, su director, ha cumplido con creces su no fácil objetivo (de hecho es el objetivo de todos los directores e intérpretes que existen, y generalmente, no suele cumplirse nunca) de que la persona que entra en el teatro sale no siendo otra, pero sí viendo el mundo que le rodea desde un prisma distinto. Él mismo lo dice: “lo que muestra Agosto es doloroso, pero al mismo tiempo es también esperanzador, porque quiere decir que las cosas van sucediendo, y a la larga, van mejorando, aunque nos metamos en ese pozo de amargura”.

Habría mucho más que hablar de este montaje. Mucho nos queda en el tintero, y prueba de ello es su extensa duración. Son tres horas y cuarenta y cinco minutos que no te permiten ni pestañear. Yo miré el reloj varias veces (malo, diréis, pero no), porque deseaba que, como fuera, las horas no acabaran.



Nota: 5/5
"Agosto (Condado de Osage)", de Tracy Letts. Reparto: Amparo Baró, Carmen Machi, Alicia Borrachero, Markos Marín, Miguel Palenzuela, Irene Escolar, Clara Sanchís, Sonsoles Benedicto, Gabriel Garbisu, Antonio Gil, Chema Ruiz, Abel Vitón. Dirección: Gerardo Vera. Duración: 200 minutos más intermedio.
Teatro Valle-Inclán, 11 de febrero de 2012.

lunes, 13 de febrero de 2012

Camerinos



“Camerinos” se trata de un proyecto nacido hace doce años por el fotógrafo Sergio Parra, que a lo largo de todo ese tiempo ha ido reuniendo más de 60.000 imágenes de actores preparándose para salir a escena. Retrata los últimos y breves minutos de esas personas tras el “Faltan cinco minutos para que comience la representación”.

Es, dicen, el momento justo en que se produce la transformación mágica de persona a personaje. Artistas españoles e internacionales, desde Nuria Espert a Ralph Fiennes, aceptaron ser retratados mientras ultimaban en camerinos su salida al escenario, mostrando así una faceta desconocida para los espectadores.

La muestra, que tuve ocasión de disfrutar el pasado sábado, tiene lugar en el Teatro Español de Madrid, y puede verse en distintos enclaves: en el interior del teatro, en la fachada del mismo y en la plaza de Santa Ana. Además, en el interior del teatro, hay una proyección de 500 fotos inéditas pertenecientes a la misma exposición.
Si alguien quiere adentrarse más en el proyecto, puede visitar sin problema la página web www.camerinos.es donde se encuentran la mayoría de fotografías de la exposición.

Para los todavía más interesados, existe, también en el Español, un libro que incluye más fotografías del proyecto, así como la serie completa de disparos de algunos de los retratados. Con prólogos de Mario Gas, Blanca Portillo y Juan Carlos Rubio, contiene casi 500 espectaculares imágenes en blanco y negro.

viernes, 10 de febrero de 2012

Hoy se estrena "Follies"


Cuando caiga el telón será la última vez que lo haga. El Teatro Weismann de Nueva York, que lleva años cerrado, convertido en sala de danza, cine, incluso cine porno, tiene una última función estelar antes de que, al día siguiente, tiren abajo sus puertas para convertir la vieja sala, que tantas noches de estreno y lentejuelas ha visto, en aparcamientos. Pero esa última función no será como las demás: el antiguo propietario, Dimitri Weismann, ha reunido a las que en sus días fueron estrellas de su local para viajar por una noche a los viejos tiempos. Sin duda, Stephen Sondheim, hombre de teatro hasta la médula, tuvo claro en 1971 que el teatro «serio» no es nada sin sus raíces populares, que las varietés, el musical, la opereta, la zarzuela incluso, son las bisabuelas del musical del que el neoyorquino es maestro indiscutible. Lo raro es que su homenaje, «Follies», visto por activa y pasiva en Broadway –se estrenó en 1971 en el Winter Garden de Nueva York–, en Londres y otras muchas ciudades desde su estreno hace 41 años, no había llegado aún a España.


*Su cuarto «Sondheim»
«Sondheimiólogo» por excelencia, con perdón del palabro, Mario Gas, que lo bordó con títulos como «A little night music» y «Sweeney Todd», estrena en el Teatro Español su cuarto musical del veterano autor. Será una gran producción con 39 actores y 20 músicos en escena, una apuesta por la alegría y la nostalgia, por el recuerdo de los viejos artistas, con un cartel plagado de talento que encabezan Carlos Hipólito y Vicky Peña, el dúo protagonista. Ellos son el matrimonio Stone, Benjamin y Phyllis, la mitad de un cuarteto central de personajes que completa otro matrimonio, los Plummer, Sally y Buddy, a los que dan vida n Muntsa Rius y Pep Molina.
Pero el reparto es mucho más amplio, y destacan nombres como a Mónica López, Linda Mirabal, Asunción Balaguer y Massiel. La historia nos lleva de esa noche que reúne a los antiguos compañeros de escenario, en el mismo 1971, al pasado, con saltos temporales a 1932, 1938, 1940... Así, vemos y escuchamos los números que los artistas del «Follies» interpretaban de jóvenes, según los recuerdan, y conoceremos a los jóvenes Phyllis y Benjamin (Marta Capel y Diego Rodríguez) y a Sally y Buddy en sus tiempos gloriosos (Julia Möller y Ángel Ruiz). «Son gente que vive del aplauso, y veremos en escena cómo les suceden cosas.

 Que «Follies» haya tardado cuatro décadas en llegar a nuestros escenarios no es para Gas algo extraño: «Hay textos, libros, películas, que tardan mucho en estrenarse en España, a pesar de ser verdaderas joyas. Tal vez sea porque Sondheim es un autor emblemático, pero sus producciones oscilan en diferentes tonos», reflexiona el director del Español. Y añade que «tiene una forma de entender el entusiasmo teatral que tal vez no despierta en los productores privados el mismo interés que otras propuestas más comerciales o evasivas». Dicho de otro modo: «Es un tipo de teatro musical que requiere un público inteligente. Entiendo que lo que se lleva es un tipo de musical pensado incluso para promover el turismo. Para ese propósito hay otros musicales más convencionales, que son por los que se han deantado en general siempre los productores privados». El de Sondheim es, explica Gas, «un teatro musical importante y complejo».
La historia, todo un canto de amor a las tablas que los alimenta, se ciñe al original de Sondheim, pero según Gas bien podría contener en su esencia un homenaje a las varietés, a la zarzuela, al vodevil inglés o la «ballad-opera»... «Sondheim no es un nostálgico, pero sí alguien que, partiendo de la tradición más absoluta, innova», defiende Gas. «Él siempre ha defendido que lo que hace es musical, no ópera contemporánea. El montaje es un homenaje al género, pero no desde la nostalgia, sino siempre mirando al presente y al futuro».

*Un autor «total»
Con dirección musical de Pep Pladellorens, la orquesta interpreta en directo la partitura y cancionesa de Sodnheim, un autor «total» que, al contrario  a otros compañeros de profesión, firma música y letras en sus obras. «Es un hombre que ha revolucionado el concepto del musical», explica con entusiasmo Mario Gas. Todos los intérpretes hablan, cantan y bailan en esta producción. Para Carlos Hipólito y Vicky Peña no es novedad: ambos están curtidos en musicales –ella más, él hizo sus pinitos en «Historia de un caballo»– y, cuenta la actriz, el musical ayuda. «Las canciones de Sondheim son auténticas pistas de desarrollo de la trama, no incrustaciones de relleno», explica Peña, quien matiza sin embargo que «es un autor que nunca resulta fácil, aunque lo parezca. Tiene intervalos diabólicos».
A modo de curiosidad, por este título han pasado nombres como Yvonne de Carlo, que interpretó a Carlotta Campion en la producción de 1971 y 1972 (se vio en Nueva York y Los Ángeles), Bernadette Peteres, y Blythe Danner, la madre de Gwyneth Paltrow, que fue Phyllis en el «revival» de 2001 en Broadway.

*Una veterana que los conquista
La edad puede ser una cuestión mental, comno demuestra Asunción Balaguer, que actúa y entona «La canción del superviviente» en «Follies». Pasea sus 86 años como una rosa y derrocha actividad y simpatía. «Nos ha robado el corazón a todos, a la compañía y al público», cuenta Mario Gas, quien ya ha catado la reacción de un ensayo general, el miércoles, «que fue casi como un estreno, con lleno absoluto y gente haciendo cola en la calle para entrar».

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El Teatro Real presenta su temporada 2012/2013


El Teatro Real de Madrid presenta su próxima temporada 2012-2013. Los directores artístico y general, Gerard Mortier y Miguel Muñiz, junto con el presidente del Patronato, Gregorio Marañón, adelantan las novedades de la programación y dibujan las líneas generales de actuación que marcan la decimosexta temporada tras la reinauguración del coliseo madrileño.
En la rueda de prensa celebrada este martes, Gregorio Marañón, presidente de la Fundación, confirmaba la buena salud del Teatro Real en su XV Aniversario. A pesar de la crisis, el Teatro Real ha incrementado el patrocinio privado y ha sabido aplicar una política de austeridad sin perjuicio de la calidad artística que define siempre su filosofía. La excelente proyección internacional del coliseo corrobora su prestigio y reconocimiento en el circuito de la ópera mundial.

*Mozart y el laberinto del Eros
Wolfgang Amadeus Mozart es el gran protagonista del próximo curso en el Teatro Real. De su legado operístico se representan tres títulos imprescindibles: Cossì fan tutte, Don Giovanni y La Flauta Mágica.
Para Gerard Mortier, director artístico del Real, las óperas de Mozart nos permiten conocer el fascinante y peligroso laberinto del Eros. La complejidad de la pasión, el deseo y el amor es por tanto, una de las líneas argumentales que articulan la próxima temporada.
Mozart convoca en Madrid a consagrados artistas como los directores de escena Michael Haneke y Dmitri Tcherniakov, o el afamado director Simon Rattle quien aterrizará en el foso al frente de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Y en este monográfico, la música del genio de Salzburgo inspira también un tríptico a cargo de la compañía de danza Mark Morris Dance Group.

*Poder, ética y libertad
Junto con el Eros mozartiano, otro de los temas centrales que interesan a Mortier en su nueva programación es el poder y su relación con el sufrimiento, la ética y la libertad. Y para ello, Mortier propone tres títulos: Boris Godonov de Mussorgski, Macbeth de Verdi y The Perfect American un encargo que el Teatro Real le ha encomendado a Philip Glass, el compositor estadounidense que al cumplir 75 años, reflexiona sobre la figura de Walt Disney.
La rappresaglia, un título del maestro italiano Severio Mercadante que fue estrenado en Cádiz en 1829, será otra de las nuevas producciones del Teatro Real en los próximos meses. Una coproducción con el Festival de Ravenna avalada por la batuta de Riccardo Muti.

*Ópera contemporánea y nuevos encargos
La ópera del siglo XX ocupa un lugar prominente en la programación del Real: Il prigionero de Luigi Dallapiccola, Wozzeck de Alban Berg y el estreno en Madrid de Moses und Aron de Schoenberg. Y en las previsiones de Mortier, figura una serie de encargos a compositores actuales que como Elena Mendoza, Mauricio Sotelo y Alberto Posadas están creando óperas de nuevo cuño sobre textos en español de sendos escritores: Juan Carlos Onetti, Federico García Lorca y Miguel de Unamuno. En este sentido, el intelectual y gestor belga, Gerard Mortier afirma que el público de la ópera es como un sommelier que va entrenando su gusto mediante la experiencia de nuevas propuestas.
La temporada en ciernes culmina en julio de 2013 con Il postino, una ópera del compositor mexicano recientemente desaparecido Daniel Catán, basada en la figura del poeta chileno Pablo Neruda a quien le dará voz el tenor Plácido Domingo.

*Bicentenarios de Verdi y Wagner
A lo largo del 2013, el mundo de la ópera conmemora el bicentenario de sendos nacimientos, Giuseppe Verdi y Richard Wagner. Como preludio a dicha efeméride, el Teatro Real convoca al barítono Matthias Goerne y a la soprano Angela Denoke para interpretar un Parsifal muy especial: se interpreta la partitura wagneriana en versión concierto utilizando la reconstrucción de los instrumentos originales concebidos por el maestro alemán.

*Ópera en versión concierto
Además de Parsifal de Wagner son varios los títulos operísticos que verán la luz en versión concierto: El pescador de perlas, de Bizet, contando con el tenor Juan Diego Flórez; el estreno en Madrid de Moses und Aron, de Schoenberg,  y Roberto Deveraux, de Donizetti, para lo cual se recibe a un tándem de lujo, el formado por la soprano Edita Gruberova y el tenor José Bros.

*El Real en danza
La danza figura entre las prioridades del Teatro Real. José Carlos Martínez lidera a la Compañía Nacional de Danza en el estreno de una nueva coreografía de Romeo y Julieta de Prokófiev. El  Mark Morris Dance Group recrea a Mozart y el Ballet de l’Opéra de Lyon entona un himno al ser humanopartiendo de una coreografía original de Jirí Kylián. El flamenco estará presente con un estreno mundial, La Odisea del Pueblo Gitano, el espectáculo concebido por el bailaor Israel Galván.

*Las noches del Real
El Coro y Orquesta Sinfónica titulares del Teatro Real proponen un ciclo de conciertos y recitales con entidad propia. Para celebrar Las noches del Real se ha invitado a personalidades tan relevantes como los pianistas Maurizio Pollini, Katia y Marielle Labéque, la soprano María Bayo, la mezzosoprano Joyce DiDonato, los directores Alan Curtis, Semyon Bichkov e Ingo Metzmacher, y el guitarrista flamenco Cañizares, entre otros aplaudidos intérpretes.

*Proyecto pedagógico y público joven
Una programación sólida y adulta que se complementa con un proyecto pedagógico de largo alcance. ¡Cuéntame Mozart!, Petrushka, La casa flotante y Cuentos de siempre y de nunca son algunos de los espectáculos diseñados por el Teatro Real para acercar la ópera a los más pequeños durante el próximo curso. Simultáneamente,durante el último año, se ha triplicadon la asistencia del público joven gracias a iniciativas de éxito como la venta de entradas económicas en el 'último minuto' antes de cada función. Otras iniciativas emprendidas para impulsar la ópera ciudadana son El Real sale a la Calle, Cursos de historia de la Ópera, Exposiciones, Perfiles y Enfoques (encuentros públicos sobre las distintas producciones), Ópera en cine...

*La cultura, antídoto frente a la crisis de valores
Gerard Mortier, director artístico de la institución, se siente muy satisfecho de la energía que irradia el equipo de profesionales que hacen posible la programación del Teatro Real dentro y fuera del escenario. Una actitud de trabajo e ilusión que encuentra una respuesta cada vez más positiva y entusiasta por parte del público.
Para Gerard Mortier, la inversión en arte y cultura, es vital para superar la crisis de valores que subyace detrás de la recesión económica: «La inversión pública en cultura revierte eficazmente en la sociedad aportando luz y esperanza al final de túnel».
En la próxima temporada del Teatro Real de Madrid, Radio Clásica de Radio Nacional de España estará  presente un año más, mediante transmisiones en directo e información de actualidad.

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