martes, 8 de octubre de 2013

Los hijos de Kennedy


Uno de los estrenos más esperados de la temporada teatral que comienza es “Los hijos de Kennedy”. Además, el hecho de que tanto gran nombre pose junto en un montaje se está convirtiendo en algo utópico. Dirigida por el maestro José María Pou, siempre correcto, a veces brillante, la obra está protagonizada por los reclamos Maribel Verdú, Emma Suárez, Fernando Cayo, Ariadna Gil y Álex García. Ser todos actores de primera fila de nuestras tablas debería ser promesa de éxito, pero dado su reciente estreno, se les nota todavía algo fríos con texto y transiciones, que seguro terminarán por dominar.

Ambientado en los años 60, la obra es una sucesión de monólogos que van agolpándose unos tras otros acerca de las visiones que ciertas capas de la sociedad tenían sobre aquella década. Cinco personajes claramente reconocibles, reunidos en un bar, exponen su historia y sus reflexiones acerca de unos años que para algunos sectores fueron dorados, mientras que para otros supusieron una verdadera tortura.

Como no podía ser de otra forma, la obra no deja pasar la ocasión de criticar el sistema en la situación actual que posee actualmente no sólo EEUU, sino casi la totalidad del globo. Sin ser algo voluntario, pues es un texto puramente americano y escrito hace décadas, puede extrapolarse sin problema a cualquier otro país y a nuestra época.

Brillan Emma Suárez y Maribel Verdú en sus respectivos y completamente opuestos personajes. La primera está perfecta en su Wanda, con estudiadísimos movimientos y casi inagotables recursos en la voz. Convierte en exquisito un personaje que en otras manos sería un mero adorno. La segunda compone una Carla muy correcta, de mil matices, aunque puede que lo que no ayude al personaje sea el propio texto. Dotar de esas profundas reflexiones a un papel así no parece lo más acertado.

Es el Sparger de Fernando Cayo quien roba la función, con una fuerza y presencia escénicas como pocas veces se han visto. Incluso se atreve en ocasiones a interactuar con el público en pasajes parcialmente improvisados. Sin duda un grande de nuestras tablas.

Ariadna Gil parece todavía algo despistada y monocorde con su personaje. Se notan los rasgos más superficiales de la rabia e impotencia que escondían algunos hippies bajo esos halos de felicidad, pero no agarra a Rona con fuerza todavía. Algún despiste con el texto totalmente excusable tampoco le sirve de mucha ayuda. Álex García tiene el personaje menos lucido pero no desentona en absoluto su Mark en ese tándem de maestros de los que ha tenido la suerte de estar rodeado.

Con un decorado muy atractivo visualmente y una introducción sonora aceptable (quizá demasiado larga) que pone al espectador en situación, hablamos de una obra de calidad, tanto de contenido como de ejecución. Da que hablar sobre el tema una vez termina y es eso lo que ha de buscar todo montaje, aunque cierto es que para ser uno de los estrenos más esperados de la temporada, deja algo frío al personal.

“Los hijos de Kennedy” acaba de estrenarse en el Teatro Arriaga de Bilbao, y tras ella realizó una pequeña escala de dos funciones en el Gayarre de Pamplona, para viajar después directamente al Cofidis de Madrid, donde se representará a partir del próximo 16 de octubre.

Valoración: 3,5/5
“Los hijos de Kennedy”, de Robert Patrick. Reparto: Emma Suárez, Maribel Verdú, Fernando Cayo, Ariadna Gil, Álex García. Dirección: José María Pou. Duración: 100 minutos.
Teatro Gayarre, 4 de octubre de 2013.

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