jueves, 9 de enero de 2014

Duet for one



En ocasiones, sin esperarlo, uno puede encontrar verdaderas sorpresas en lugares donde no cabría esperar más que pura rutina. Al llegar por primera vez a la Sala Guindalera, indiscutiblemente uno de los centros más comprometidos con el teatro de Madrid, el visitante queda prendado por la cantidad de recortes de periódico, enmarcaciones de carteles de montajes pasados, y una simple mesa que hace la función de taquilla. La cercanía es la principal apuesta de un local familiar cuyo objetivo es ensalzar el buen teatro como compromiso y oficio, y no como escaparate. Celebran ahora su décimo aniversario, al que ojalá sigan cientos más.

“Duet for one”, de Tom Kempinski, ha sido la obra escogida para tal celebración. En Guindalera, nos dijeron, pensaban que era la primera vez que se montaba en España, aunque luego descubrieron que existió hace unos años un montaje protagonizado por Rosa Mª Sardà. El riesgo es otro de sus pilares; podrían haber escogido un texto conocido, que atraiga al público y sea un verdadero reclamo, y sin embargo, han elegido una obra desconocida en la que creen. Es un tenso debate entre psiquiatra y paciente, un complejo tour-de-force entre dos personajes; teatro de verdad.

Resumiendo brevemente, el montaje presenta los encuentros de Jacqueline du Pré, aclamada violonchelista, con su psiquiatra, una vez ha sido diagnosticada con esclerosis múltiple. La obra propone, además de una bella dramaturgia, un debate muy interesante, tocando varias cuestiones que deberían intrigarnos. ¿Qué pasaría si viviésemos sin arte? ¿Y si se nos fuese arrebatada, ya sea como sociedad o como individuos? Y más allá, ¿siguen funcionando igual que antes ramas como la psiquiatría, la psicología, incluso la religión? ¿Se han adaptado a nuestros días de forma correcta?

El reparto está formado por Juan Pastor, también director de la obra y de la sala, que aporta a su personaje la templanza que le pide, y al trabajo de actor una generosidad como pocas se han visto. Deja sin esconderlo que la verdadera protagonista sea su hija, la mayúscula actriz María Pastor. Lo que hace esta chica no tiene nombre; o quizá sí, pero es tarea ardua explicarlo con palabras. Infinitos matices, a cuál más rico, un dominio absoluto del escenario, y una luz casi física es con lo que María cubre a su personaje, que podría ser Jacqueline du Pré o cualquier otra, pero eso es un simple aderezo.

La obra ha sido, por fortuna, prorrogada en la Guindalera. Por el momento, permanecerá durante todo enero los jueves y viernes (jueves a precio reducido, por día del espectador). Todo amante del teatro debería disfrutar de esta obra, y cualquier actor podría utilizarla como enriquecimiento personal y profesional. Son tanto una obra como una sala que merecen nuestra atención y nuestro apoyo. Cuidan al espectador y no le dan nada que no merezca.

Para el público de Pamplona, el montaje pasará por el Gayarre el domingo 2 de marzo a las 19:00h. Hay que verla.

Valoración: 4,5/5

“Duet for one”, de Tom Kempinski. Reparto: María Pastor, Juan Pastor. Dirección: Juan Pastor. Duración: 110 minutos.

Sala Guindalera, 29 de diciembre de 2013.

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