lunes, 22 de octubre de 2012

El tipo de al lado




Todos sabemos que el amor se nos puede presentar en el momento y lugar más insospechados. Pero, ¿es eso un seguro a largo plazo? ¿Funcionará en un futuro a pesar de que ambas personas pertenezcan a mundos completamente distintos? Es el curioso, aunque trillado tema que presenta el montaje “El tipo de al lado”, todavía en gira por España al menos hasta marzo de 2013, tras más de un año de representaciones alabado por crítica y público.

Un montaje dirigido o interpretado por el maestro José Mª Pou es, por lo general, una promesa de éxito, aunque todos los grandes tienen sus batacazos. Claro ejemplo es el “Babel” representado actualmente en Madrid y dirigido por Tamzin Townsend, tan vapuleado por la crítica; así como la variabilidad, en ocasiones casi perfecta y en otras casi mediocre de la longeva compañía Els Joglars.

En este caso no hablamos de un batacazo en absoluto, pues su andadura es larga y lo seguirá siendo, por lo curioso de su propuesta y sus notables interpretaciones, pero es, por desgracia, un tema que, aunque se nos presente de manera tan peculiar y tenga pasajes tan divertidos, es difícil que nos sorprenda.

“El tipo de al lado” habla de la historia de amor que surge entre dos personas totalmente opuestas que se encuentran asiduamente en un cementerio. Él es un hombre de granja que visita a su difunta madre para contarle sus apasionantes progresos con las vacas y el ganado en general; ella, una especie de rata de biblioteca que ama los libros pero que busca desesperadamente alguien que pueda llenar el vacío que dejó su fallecido esposo, hace aproximadamente medio año.

Sin embargo, lo interesante de la propuesta es observar cómo ellos mismos se van dando cuenta, tras el flechazo inicial y varios encuentros, quizá forzados por la necesidad de alguien con quien compartir su vida y la imposibilidad de encontrar a nadie dispuesto para tal fin, que su camino es imposible de transitar, si pretenden trazarlo juntos.

En el programa de mano figura un diálogo de la obra muy curioso:
-“¿Has leído algo bueno últimamente?”
-“Schopenhauer. ¿Y tú?”
-“Guía de la cría de ganado vacuno. Salud, manejo y reproducción”.
-“La visión del mundo que tiene Schopenhauer es brutal”.
-“Y en la guía vienen unas vacas que ni te cuento”.

Pou nos indica, acertadamente, que no es un diálogo de besugos ni mucho menos, sino los pensamientos más profundos de dos seres completamente cuerdos y sensatos, cada uno con sus preocupaciones e intereses, cada uno con ganas del otro y, sobre todo, con necesidad del otro, como decimos. ¿Lograrán encontrar un puente entre ambos mundos o no funcionará?

Los personajes están interpretados por Maribel Verdú y Antonio Molero. Ella, actriz principalmente de cine; él, por lo general, de televisión, aunque ya compartieran escenario en la fantástica “Un dios salvaje”, de Reza, y se note a la legua su complicidad y entendimiento sobre las tablas. En este caso nos convenció más él, aunque quizá construya un personaje al que ya nos tiene acostumbrados. Ella, puede que por el pobre vestuario que le asignan (en absoluto es el suyo un personaje tan monjil ni beato como su ropa lo representa), se nos presenta algo desvirtuada, como si no comprendiéramos del todo su personalidad ni sus cambios de humor. También es posible que esto se deba a que su personaje es más complicado de escribir que el masculino, en este caso.

La escenografía es sencilla, con unos bancos que van moviéndose para simular distintos escenarios, y al fondo un césped en cuesta (sobre el que Verdú tenía dificultades para mantenerse quieta y erguida debido, de nuevo, al vestuario) que representa distintos espacios. Es un planteamiento curioso que suma algún punto a esta correcta adaptación, agradable manera de pasar un buen rato y que nos plantea un tema que, por desgracia, no resultará muy novedoso para nadie.

Valoración: 3/5
“El tipo de al lado”, de Katarina Mazetti. Adaptación: Alain Ganas. Reparto: Maribel Verdú y Antonio Molero. Dirección: José Mª Pou. Duración: 85 minutos.
Teatro Gayarre, 20 de septiembre de 2012.

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