viernes, 16 de diciembre de 2011

Urtain (Estudio 1)



“Su combate más peligroso fue el combate de la vida”, dicen expertos, comentaristas y amigos. Nos referimos al boxeador José Manuel Ibar Azpiazu, más conocido como Urtain. Es a él a quien se ha dedicado el último Estudio 1, emitido el pasado 14 de diciembre, y es a él a quien el aclamado grupo teatral Animalario dedicó uno de sus más recientes y exitosos montajes. Es una prueba más de cómo cuando se aúnan respeto, cariño y esfuerzo por lo que se hace, pueden surgir (en este caso hablamos de teatro, pero podemos referirnos con esto a cualquier disciplina del ámbito que sea) producciones de calidad exquisita, como demostraron los 9 Premios Max obtenidos de los 12 a los que optaban con este montaje.

Durante una hora y cuarenta minutos, fantásticos intérpretes como Raúl Arévalo, Luis Bermejo, María Morales y sobre todo, un soberbio Roberto Álamo (entre otros cuatro) en la piel de nuestro protagonista, lograron transportarnos no sólo al ring de boxeo que les servía como escenario y simulaba aquellos míticos torneos que disputaba el boxeador, sino también a aquel fatídico ring que marcó su vida.

El espectáculo, dividido en 12 rounds, narra de forma tremendamente original la triste historia de Urtain, comenzando por el final y terminando con sus primeros éxitos, así como el fallecimiento de su padre, de carácter bravo pero inocente, muy similar al que tendría su hijo años después.

Situando la historia en los tiempos difíciles que asolaron España durante el franquismo, se explica cómo el país necesitaba urgentemente un héroe, alguien que les representara ante el resto y que compartiera una mínima forma de ser con el carácter de la nación. De hecho, en el montaje se narra cómo el manager y supuesto amigo de Urtain intenta convencer al médico personal de Franco de convertir al boxeador en el representante y héroe español ante el mundo.

Resulta cuanto menos curioso de ver cómo los ocho actores que intervienen son capaces de interpretar a más de 50 personajes, algunos tan míticos como el cantante Raphael, el humorista Eugenio o el boxeador Pedro Carrasco (genial Raúl Arévalo). A reseñar también cómo Animalario se ha apartado en cierta medida, al contrario de la idea que actores suelen pregonar (siempre de izquierdas), de la política. Lo cierto es que, de nuevo, podrían haberse servido fácilmente del tema para criticar el franquismo de nuevo, o el (en este caso) sucio capitalismo que se aprovechó sin complejos de Urtain. Sin embargo, han ahondado en su espectáculo mucho más en el personaje del protagonista. Hay ciertas reseñas, es cierto, pero no son tan exageradas como para ponernos a enumerarlas, pues se utilizan más bien para situar al espectador en el momento concreto en que se encuentra la historia.

En relación a lo comentado con el estudio minucioso del personaje, es cuando debemos de nuevo alabar a Roberto Álamo, quien, simplemente entrando en escena, es capaz de ponernos la “carne de gallina”. Increíble cómo modula la voz, la respiración (algo complicadísimo) y los movimientos, pero sobre todo, cómo es capaz de, en cierto modo, ir siendo cada vez más grácil y sutil en dichos aspectos, conforme la obra avanza. Recordamos que la obra, mientras avanza, corre hacia atrás en el tiempo, por lo que Urtain también va perdiendo años y se hace más joven, algo que debe notarse en su forma de moverse o de respirar.

Algunos aspectos del montaje que nos dejaron algo fríos fueron, por ejemplo, la interpretación de Alberto San Juan. Cierto es que no hemos visto todos sus trabajos (en marzo podremos comentaros su nueva obra, “El montacargas”), pero no hemos notado demasiada diferencia entre su papel interpretado en “Urtain” y cualquier otro anterior que hayamos podido ver. En cuanto al montaje en sí, y su texto, hay ocasiones en que nos vemos avasallados por el uso excesivo del absurdo. El maestro de ceremonias, por poner un ejemplo concreto, relata ciertas cosas que no deberían pertenecerle (o al menos no la forma en que las cuenta, como el asesinato de Carrero Blanco), así como el humorista Eugenio, relatando el suceso de Atocha en el 77, contado de tal forma que nos deja algo descolocados, sin saber realmente captar el mensaje, si es que lo hay, más allá de que sea una mujer quien interpreta el papel.

En general, pensamos que es una buena historia, desconocida para algunos a los que no nos pilló la época de Urtain y que sirve también como apunte histórico a la vez que vamos desgranando las características de un personaje asolado por la amargura de que todo el mundo intentara aprovecharse de él cuando tuvo éxito y tuviera que suicidarse, ya olvidado, poco antes de las Olimpiadas de Barcelona de 1992.

Por último, queremos repetir que es una verdadera lástima que sólo podamos optar, como máximo, a una producción del mítico Estudio 1 al año, siendo la última obra emitida “La viuda valenciana”, interpretada por Aitana Sánchez-Gijón y Fran Perea, y retransmitida el diciembre pasado. Desde este espacio, unimos nuestra petición a tantas muchas que demandan nuevas entregas de Estudio 1, de forma algo más periódica.

Nota: 4/5
"Urtain", de Juan Cavestany. Reparto: Roberto Álamo, Alberto San Juan, Raúl Arévalo, Luis Bermejo, Luis Callejo, María Morales... Dirección: Andrés Lima, Andrés Luque. Duración: 100 minutos.
La 2, 14 de diciembre de 2011.

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