viernes, 16 de septiembre de 2011

La violación de Lucrecia


Así como criticamos aquella serie de funciones, como "La gran depresión", que no acaban de apasionarnos, también hemos de reseñar y felicitar, con más ganas y esfuerzo si cabe, aquellas obras tras las que hemos salido del teatro casi con la vergüenza de haber conseguido unas entradas tan baratas, independientemente del precio que hubieran costado.
Curiosamente, a pesar de no ser, ni de lejos, las entradas más baratas, es el claro ejemplo de "La violación de Lucrecia" y esa magistral dama de la escena que es Núria Espert. Con nada menos que 76 años, no puede decirse que simplemente se las ingenie para llenar el escenario, sino que actualmente, para nosotros, probablemente se encuentre entre los primeros puestos del Top10 interpretativo español.
La obra, de Shakespeare, comienza como si fuera la propia Espert quien ensayara los primeros versos del texto sin conseguir encontrarles el tono. Rápidamente, da un vuelto y pasa a interpretar a los personajes protagonistas (a todos). 
El resumen más concreto de la obra es el siguiente: Tarquino se dispone a violar en su propia casa a la mujer de su mejor amigo, Colatino. Éste es un acto que dará lugar al fin de la monarquía en Roma y al advenimiento de la República. El texto es conmovedor y desgarrador de por sí, pero en la voz, el gesto y sobre todo en el campo magnético que Núria Espert crea a su alrededor, se convierte en un ejemplo claro de los límites insospechados que puede alcanzar el teatro.
Siendo uno de los textos más complicados de Shakespeare, la Espert logra, sola, en una hora y veinte minutos de ininterrumpido monólogo, pasar con una rapidez espeluznante de un personaje a otro del texto.
Parece increíble que, con su edad y su diminuto cuerpo, esta actriz sea capaz de hipnotizar al personal de tal manera que olvidas (y esta vez, en serio, no como cuando se suele decir simplemente por cumplir) durante toda la función cualquier preocupación o pensamiento que suela acecharte la mente. Por supuesto, en cuanto se apagaron los últimos focos, todo el patio de butacas (no se abrieron los anfiteatros, para crear mejor atmósfera) saltó de sus asientos y ruidosamente aplaudieron a la Espert durante casi diez minutos.
Nosotros tuvimos la suerte de verla en gira, pero desde luego, debió ser una delicia disfrutar esta obra en la Sala Pequeña del Teatro Español, donde el público no llega a las 100 personas y las butacas se disponen rodeando el escenario.

La próxima obra de Núria Espert, o "la gran dama de la escena española", como la llaman, será "La Loba", de Lillian Hellman. Se interpretará en el Teatro María Guerrero del 20 de abril al 10 de junio de 2012 y estará dirigida por el gran Gerardo Vega (con versión de Ernesto Caballero). Es "todo un clásico del teatro estadounidense en el que la autora fustiga la ambición desmedida y la falta de escrúpulos de muchos especuladores que tras la Guerra Civil se lucraron con la industria algodonera". Sin duda, no nos lo perderemos.


Nota: 5/5
"La violación de Lucrecia", de Shakespeare. Reparto: Núria Espert. Dirección: Miguel del Arco. Duración: 80 minutos.
Teatro Gayarre, 7 de mayo de 2012.

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