Podría
decirse que la crisis económica ha abierto un nuevo umbral dentro del mundo del
teatro y las demás artes. Parece como si un nuevo género (paralelo al drama, la
comedia, etc.) se hubiera establecido, pues lo raro es no encontrar en la
cartelera varias obras que hablen de este tema y las consecuencias que conlleva.
A éste se ha sumado un subgénero que habla de la imperdonable corrupción
política, cada vez más presente en nuestros días.
Al
hilo de este tema se nos presenta “El atribulado voto de la señá María”, título
basado (sólo el título) en la novela de Delibes “El disputado voto del señor
Cayo”. Se trata de una sátira divertidísima que acerca la situación actual al
público, poniendo como protagonistas a un político que por fin tendrá su
oportunidad de hablar en el Congreso sobre un tema que, por supuesto, desconoce,
y a su madre, una anciana algo peculiar.
Se
trata de una comedia en tiempo real, para que el público no sólo lo pase en
grande sino que también recapacite sobre qué clase de gente nos gobierna, ésa
clase de gente que debería ser un servicio público y un oído nacional de las
necesidades y quejas del pueblo, no aquello en lo que se han convertido.
El
espectáculo comienza de forma vertiginosa, quizá demasiado, aunque es buena
medida para atrapar a espectadores despistados, y logra mantener el ritmo
durante toda la función, además de pasar de la comedia al drama de la manera
más inesperada. Posee el divertido texto una dificultad añadida, y es que
suceda a tiempo real. A pesar de que para algunos pueda parecer más sencillo,
el viaje emocional por el que han de pasar los personajes ha de ser palpable
por el público. No lo justifica que entre escena y escena hayan pasado días o
semanas, sino que se ha de ver desde las butacas.
Marta
Juániz y Miguel Munárriz, de lo mejorcito que puede encontrarse en cuanto a
interpretación sobre las tablas navarras, presentan una obra original (escrita
por el propio Munárriz) que quizá peque de escasa duración. Si los diálogos
fueran algo más calmados y algunos silencios se aprovechasen un poco más, este
tema podría solucionarse sin modificar absolutamente nada el texto.
El
sencillo pero acertado decorado hace que la pelota pase directamente a los
actores y su buen hacer. Ambos están espléndidos, y ella en particular. La creación
de la señá María está cuidada al mínimo detalle, desde la posición en el sofá
hasta la limpieza de las comisuras; Juániz vuelve a sorprender así ofreciendo algo
que nada tiene que ver con lo que le hemos visto hacer hasta ahora. Munárriz
tiene un papel mucho menos lucido, pero sabe aun así darle la grandilocuencia y
el histrionismo que este tipo de comedias necesitan. Además, es de admirar su
generosidad al escribir un texto de dos personajes con tan desigual
protagonismo, legando el “papel bueno” a la otra persona. Felicitaciones a
ambos.
Valoración:
3,5/5
“El
atribulado voto de la señá María”, de Miguel Munárriz. Reparto: Marta Juániz,
Miguel Munárriz. Dirección: La Nave. Duración: 55 minutos.
Civivox
Iturrama, 7 de febrero de 2013.
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