"Los
Mácbez" es una adaptación parte de Juan Cavestany del clásico de
Shakespeare, que no puede contener mayor actualidad, trasladando la acción a
Galicia. Dice Andrés Lima en el programa de mano que "es muy interesante
que la Escocia medieval de Shakespeare encaje tan bien en la Galicia de la
actualidad". Eso es cierto, de la misma manera que encaja a la perfección
en cualquier otro ámbito. No deja de ser una elección, y no una consecuencia
inevitable, como se nos intenta presentar.
El
problema es que ni se reconoce Galicia ni es fácil rescatar del barullo de esta
función el texto de Shakespeare. Traducir un par de párrafos al gallego y que
algún actor (sólo los que sepan del reparto) ponga acento no es lo mismo que
trasladar un texto a la sociedad gallega. Es inevitable la comparación con el
excelente “MBIG” de la Pensión de las Pulgas, tremendamente superior y ejemplo
de cómo se debe cocinar lentamente la adaptación de un clásico. Sigue en cartel
y es muy recomendable.
Aquí
se ve un conjunto muy vasto de ideas, pero poco filtrado. Todo resulta muy
chocante, extremadamente visual y, aunque quizá no lo sean, muchas de las
decisiones estéticas parecen caprichos del director sin mayor justificación.
Tanta luz estroboscópica, disfraces, desnudos innecesarios y mil ocurrencias
más consiguen que la atención se despegue de uno de los mejores textos que se
han escrito y que el constante y perenne objetivo de Andrés Lima por
ridiculizar a la clase política y hacerlo notar al público no le salga del todo
bien. Las innecesarias manos con sangre utilizadas en la última escena son otro
de los ejemplos de falta de sutilidad y poca confianza en la inteligencia del
espectador.
En
cuanto al reparto, Javier Gutiérrez se presenta bastante sobreactuado, y
comienza su recorrido emocional demasiado acelerado. Conforme avanza la trama
tiene que mostrar cierta progresión, lo que soluciona enguarrándose y
escupiendo. Esto no consigue sumar fuerza a un personaje, sino que por el
contrario elimina todo atisbo de credibilidad y distrae. Por el contrario,
Carmen Machi tiene ya de por sí una presencia arrebatadora, y con un leve
movimiento llena el escenario mucho más que Gutiérrez corriendo de aquí para
allá. Cierto que por el recorrido de los personajes, esta elección resulta
acertada, pero es preciso no olvidar que también en teatro a veces menos es
más. Aun así, Machi ha de tirar de recursos, no poca inteligencia escénica y
saber hacer para levantar su complicado papel entre tanto artificio. El resto
de actores cumple bastante bien con el difícil objetivo de construir un mínimo
de dos, máximo de cinco personajes por persona, cada cual con su
caracterización y cambio de vestuario.
La
escenografía es muy atractiva, un cubo blanco cuyo significado puede
interpretarse de mil formas y que encaja a la perfección en el montaje. Aun
así, podría haberse aprovechado mucho más, y por desgracia la mayor parte de
las veces solo se pisa para acceder a la puerta de salida del escenario
mientras que la acción sucede en la corbata.
El
espectáculo se sostiene por la maquinaria perfecta que es el texto de
Shakespeare, y no por una serie de desafortunados condimentos que únicamente
incomodan al espectador, sin mostrar justificación. El problema de "Los
Mácbez" es la falta de mensaje claro, el desvirtuamiento de la historia
provocado por semejante despliegue de recursos técnicos, cuando habría
resultado mucho mas terrorífico un simple acercamiento del texto a la realidad
de hoy en día aprovechando la complicidad con el público de sus dos actores
protagonistas. Menos es más.
Valoración:
2,5/5
“Los
Mácbez”, de William Shakespeare, versión de Juan Cavestany. Reparto: Javier
Gutiérrez, Carmen Machi, Rebeca Montero, Chema Adeva, Jesús Barranco, Laura
Galán, Rulo Pardo. Dirección: Andrés Lima. Duración: 120 minutos.
Teatro
María Guerrero, 15 de junio de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario