En
el teatro hay nombres que suben rápido como la espuma y pueden colocarse en la
cima con apenas un par de montajes. Hace unos años, no muchos, llegó a España
una función que supuso el pistoletazo de salida para un autor, director y actor
argentino (aquí sólo hemos visto las dos primeras facetas) llamado Claudio
Tolcachir. Se trata de “La omisión de la familia Coleman”, que realizó una
extensa gira por todo el país y ha vuelto a Madrid en más ocasiones. A ella le
siguieron “Tercer cuerpo” y “El viento en un violín”, además de una parada en
el Español dirigiendo un Miller (“Todos eran mis hijos”), no con menos éxito.
En
Argentina fundó una compañía de teatro denominada Timbre 4, con la que comenzó
a poner en pie sus textos, siempre en busca de nuevas maneras de hacer llegar
el teatro a la gente, en escenarios inesperados, y tratando de innovar en
mensaje y formato.
Acaba
de estrenar casi simultáneamente en Buenos Aires (abril) y en España su nueva
pieza, “Emilia”, con toques autobiográficos, siendo la primera vez que estrena
una obra propia con actores que no pertenezcan a su compañía. También ha
comentado que la diferencia entre los dos montajes es abismal y que su sueño
sería que acabasen programados juntos en algún festival de teatro.
“Emilia”
se enmarca en una mudanza, para escarbar sobre los débiles cimientos de una
familia integrada por un agresivo e inseguro Walter (Alfonso Lara), su novia
Carolina (Malena Alterio) y el hijo de ésta, Leo (David Castillo). La pieza
comienza con la llegada de la antigua niñera de Walter, Emilia (Gloria Muñoz),
testigo mudo, que no ciego, de todo lo que sucede. Y la mecha terminará de
prenderla el antiguo esposo de Carolina, Gabriel (Daniel Grao).
Personajes
en busca de amor, aterrados, terroríficos. Personajes que en algún momento de
su vida han experimentado el amor, saben qué es y qué ofrece, lo han perdido y
no saben qué hacer para recuperarlo.
Asistir
a una función de Tolcachir es sinónimo de experiencia teatral y emocional. Son montajes
difíciles de olvidar, y un estilo claramente identificable sin perder la
actualidad. Hay autores con los que se da esta magia, autores que reconoces en
escenas. Sanzol es un ejemplo claro de ellos, más enmarcado en comedia, y
Tolcachir es, sin dudarlo, otro. Éste provoca en el espectador sensaciones que
pueden no tener nada que ver con los diálogos que se escuchan. Incomodidad,
rabia, tristeza, mientras en el escenario pueden presenciarse conversaciones
incluso cómicas. Eso es maravilloso y arte de genios.
El
reparto es excelente, sin aristas, sin puntos flacos. No puede hablarse de uno
porque sería injusto para el resto. Todos sublimes sin excepción. La obra acaba
de estrenarse y parece que lleven años masticándola, gracias también a una
dirección excepcional. El resto, que no menos importante (luz, escenografía,
vestuario, etc.) es correctamente sobrio, sirviendo de acompañante al hermoso
texto.
Si
el montaje tiene algo negativo es que su andadura en la capital se vaya a
resumir a un solo mes (el próximo enero en los Teatros del Canal).
Valoración:
4,5/5
“Emilia”,
de Claudio Tolcachir. Reparto: Alfonso Lara, Malena Alterio, Gloria Muñoz,
David Castillo, Daniel Grao. Dirección: Claudio Tolcachir. Duración: 90
minutos.
Teatro
Gayarre, 12 de octubre de 2013.
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